martes, 29 de septiembre de 2009

Carta abierta a los andaluces y las andaluzas con motivo de las declaraciones del Presidente de la Junta de Andalucía en Marruecos

“Aunque parezca imposible, nuestros gobernantes nos siguen sorprendiendo”

Uno de los movimientos civiles de solidaridad más importante de Andalucía, y de España, es el de Amistad con el Pueblo Saharaui, que -a los 34 años del abandono sufrido por los saharauis- es lógico que no se sorprenda de casi nada de lo que puedan hacer o decir nuestros y nuestras gobernantes. Estos y estas al parecer han decidido, al margen del pueblo andaluz y español y también de la legalidad internacional, alinearse a favor de la ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos.

El flamante presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, dijo el pasado mes de Agosto, con motivo de la visita a la Casa Rosada de los niños y niñas saharauis de Vacaciones en Paz en Andalucía, “…reconozco no saber mucho del Sáhara” y añadió -quizás para evitar preguntas incómodas- que necesitaba conocer más el tema para tener una opinión al respecto.

Griñán, ahora, en su primera visita institucional a Marruecos, declara ante los medios de comunicación marroquíes y españoles que ve con buenos ojos la propuesta alauita de “autonomía” para el Sáhara y que es interesante que se estudie para dar carpetazo al conflicto… “con los países amigos de Marruecos colaborando para un entendimiento de todas las partes”, dijo textualmente. Así contentó a sus interlocutores marroquíes, que escucharon lo que querían oír, mientras la agencia MAP del Rey Mohamed VI difundía internacionalmente que el presidente de los andaluces y las andaluzas está de acuerdo con sus políticas anexionistas sobre “sus tierras del sur”.

¿Se sentirá representada por su Presidente la mayoría de la sociedad andaluza, que apoya sin reservas el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación? ¿Se sentirán representados por su Presidente los y las integrantes de las asociaciones de amistad con el pueblo saharaui que existen en cada rincón, en cada pueblo de Andalucía? ¿Se sentirán representadas por su Presidente las familias andaluzas que acogieron este verano a más 2.600 niños y niñas saharauis? ¿Se sentirán representados por su Presidente los miles de andaluces y andaluzas, y muchos y muchas de sus representantes políticos, que votaron en el referendum oficioso de 2001 a favor del Derecho de Autodeterminación del Pueblo Saharaui?

Habrá que preguntarle al Sr. Griñán si su nueva posición es personal, si responde a una cuestión de Estado o, quizás, a una estrategia de partido marcada desde Madrid.

Es inconcebible que España esté siempre sometida a la voluntad de Marruecos, que nuestros y nuestras gobernantes, tanto estatales como autonómicos, se comporten con ese complejo de inferioridad ante los políticos alauitas. ¿No se dan cuenta que representan a pueblos dignos y que merecen respeto? ¿Es este el peaje que hay que pagar para que nuestro vecino no nos moleste? ¿O es que hay que doblegarse tanto para que ciertos poderes económicos españoles y andaluces exploten las miserables condiciones sociales y laborales de los y las trabajadoras marroquíes?

El Sáhara como moneda de cambio

Sólo por mezquinos intereses de los gobernantes, España –que somos todos- sirvió en bandeja al Sáhara y sus gentes a Marruecos para que las devorara. Aún hoy, con la complicidad de los sucesivos gobiernos democráticos españoles, es la última colonia de África a la que le siguen usurpado su derecho a la independencia.

Después de muchas resoluciones de la ONU que reconocen el Derecho a la Autodeterminación de los saharauis, Marruecos sigue diciendo NO. Esta negativa equivale a una voluntad manifiesta de ocupar, de robar lo que no le pertenece. La propuesta de “autonomía” de Marruecos es una excusa para retardar el proceso de descolonización y mantener la ocupación y explotación de los recursos naturales del territorio del Sáhara Occidental. Esa salida ha sido ya rechazada por los saharauis y ni la ONU ni ningún gobierno de la comunidad internacional la tiene hoy en consideración.

El pasado y el futuro de los saharauis es responsabilidad de España, mal que le pese a ciertos gobernantes, por lo que les exigimos que no miren para otro lado ni intenten comprar a este pueblo con limosna para que coman en los campos de refugiados. La Cooperación y la Solidaridad, más que un favor a quien la recibe, es una obligación de quien por ley la otorga. Voluntariamente la prestan los ciudadanos españoles, fuente de dignidad, memoria y generosa solidaridad con nuestros hermanos abandonados que piden, ante todo, justicia.

Los ingratos y olvidadizos finalmente serán vencidos. Los políticos irán pasando uno a uno mientras se alarga el sufrimiento de este pueblo olvidado de los palacios y los gobiernos de turno. Pero seguirán resistiendo, porque -aunque son pocos, sobreviviendo en la nada en el exilio o martirizados por el ejército de ocupación marroquí- tienen la dignidad y la voluntad suficiente para conseguir ser libres e independientes, ¡¡pese a todo!!

La mayoría de la población andaluza, y española, está al lado del Pueblo Saharaui reafirmando cada día su compromiso con la historia, NUESTRA HISTORIA, y con la justicia. Queremos que nuestros y nuestras representantes muestren la misma actitud, la misma dignidad. Exigimos a nuestras instituciones que afronten su responsabilidad política, social y jurídica, coherentemente y como corresponde a una ex potencia colonial.

Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla